El ataque a Barcelona en tres actos.

Fotografía: Sergi Bernal

Fotografía: Sergi Bernal

Primero,

Durante la mañana del 30 de enero de 1938 Barcelona sufría uno de los peores ataques aéreos de toda la Guerra Civil Española, esta operación se realizó en dos fases. La primera a las 9:00 am, dos escuadrillas de bombarderos italianos Savoia-Marchetti S-79 provenientes de la base aérea de Son Bonet en Mallorca, base de la Aviazione Legionaria Italiana, descargaron un manto de bombas sobre el centro de la ciudad, principalmente sobre la zona de la plaza San Felip Neri, donde se encontraba un refugio, y muy cerca una guardería que resguardaba a un grupo de 42 personas incluyendo 30 niños, todos murieron durante el ataque.

La segunda fue realizada por dos escuadrillas más de los mismos aviones, que dos horas después, y cuando la mayor cantidad de personas se encontraban asistiendo a las victimas del primer ataque, descargaron una enorme cantidad de bombas sobre la población civil. El resultado de esta sanguinaria operación fue cerca de 200 victimas mortales y cuantiosos destrozos materiales.

Esta estrategia se denominaba bombardeo por saturación, y era comúnmente empleado por la aviación italiana durante su apoyo al general Francisco Franco.

El poeta catalán Conrad Lladó plasmó en palabras el crudo resultado de este bombardeo:

“Hoy han muerto unos niños….

Huyeron todos los pájaros.
Todas las flores han sido cubiertas.
Lloraban de un llanto rabioso
los ojos de todas las madres.
Hoy han muerto unos niños…
Se han desnudado todos los árboles.
Los aros han sido olvidados,
las canicas han sido olvidadas
la pelota de colores
muestra el vientre desfundado.
Con la luz de sus juegos
¡Las madres cómo trabajaban!
Al volver del trabajo,
Sonreía, de lejos, el padre.
Pero hoy, a media mañana,
se ha sentado en su regazo
y ha ceñido en su corazón
un grito de carne rasgada,
un grito horrible de niños
con la boca ensangrentada.
Floreced, rosas y claveles,
que lo que veo me resulta amargo;
que la tienda de juguetes
deje la puerta cerrada.
Hoy han muerto unos niños
con la cara troceada.
Tenían bajo la sangre
la boca abierta en sonrisa.
Hoy han muerto unos niños,
Decidlo por todas partes.”

 

Segundo,

El 19 de junio de 1987 la organización separatista ETA colocó un objeto explosivo dentro de un centro comercial Hipercor ubicado en la avenida Meridiana de Barcelona. El saldo fue de 21 personas fallecidas y 45 heridos de gravedad. Este ha sido el atentado con mayor cantidad de víctimas fatales perpetrado por la organización terrorista. El descaro e irresponsabilidad de la banda armada llegó hasta el punto de enviar un comunicado asegurando que ellos habían avisado a la policía una hora antes de la explosión y esta no había desalojado el local.

El atentado se realizo con 30 Kg. de amonal, 100 litros de gasolina, escamas de jabón y pegamento, alcanzando un total 200 Kg. de carga explosiva, depositados en el maletero de un Ford Sierra previamente robado y aparcado en el estacionamiento del centro comercial.

La explosión destruyó 20 vehículos y causó daños de gravedad a otros 25, además de daños cuantiosos a las instalaciones del hipermercado e inmuebles vecinos. El daño material fue estimado en €2.700.000. Una cifra exorbitante para la época.

Tercero,

El doble atentado terrosita del pasado 17 de agosto.

En la tarde del 17 una furgoneta conducida por terroristas del Estado Islámico arrolló en las Ramblas de Barcelona a decenas de personas dejando un saldo de por lo menos 14  fallecidos y un centenar de heridos de gravedad. En la madrugada siguiente en Cambrils, una ciudad ubicada a poco más de 100 kms al oeste de Barcelona, otro vehículo ingresó en el paseo marítimo arrollando a varios peatones, hasta que un agente de los Mossos d´Esquadra ultimó a cuatro de los ocupantes, luego que estos chocaran contra el vehículo oficial que realizaba un control de seguridad.

Estos tres ataques, unido a todos los demás en contra de los ciudadanos indefensos del mundo tienen el mismo motivo, el odio. La sociedad moderna ha traído mayor información, confort y bienestar, sin embargo no hemos logrado superar el odio y la intolerancia. Aunque el primer ataque al que hago referencia no fue ejecutado por una organización terrorista no es menos deplorable. Cualquier acción que atente en contra de los derechos humanos debe ser repudiada, sus autores deberían ser castigados con todo el peso de la ley y rechazados universalmente. Los únicos derechos que están por encima de la constitución de cualquier estado son los derechos humanos. Me impresiona cómo algunos callan ante barbaridades de este tipo e incluso llegan a justificarlas por diversas razones de conveniencia política.

Hoy no puedo escribir sobre otra cosa que no sea para expresar mi mayor repudio a las expresiones de odio y a cualquier acto de violencia sea cual fuere.

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